viernes, 1 de marzo de 2019

Anoche salvamos la esperanza



                                                                Memorias para Diago Román.

      Estaba cerquita de la puerta, te traje de la mano para verla, nos agachamos, empujaste mis dedos para que yo la tocara y te complací; saltó a tu pecho, te asustaste y yo también pero rápido la separé de tu ropa. No hay que tenerle miedo a la esperanza, tócala, te dije y la rosaste y me sonreíste, después la soltamos por la ventana para que los pequeños reptiles no le hicieran daño, para que no amaneciera inerte como ha sucedido otras veces.
   Hoy, me preguntaste por la esperanza; yo estaba mirando la verdadera.