sábado, 10 de octubre de 2015

Soy matancera, yo no lo niego…


Ofrenda al Apóstol José Martí durante el Recibimiento al Matancero Ausente
  

   Yo soy cubano / yo no lo niego/ cubano de Matanzas/ yo no lo niego…, y al escuchar el canto, expuesta a que me dijeran entrometida, acerqué mi grabadora para perpetuar la emoción de Silvia Godín, investigadora sociocultural y escritora; Juan García Fernández, estudioso del folklor; y Felipe Morales, funcionario del Ministerio de Cultura, felices por coincidir en el Parque de la Libertad, durante el tradicional Recibimiento al Matancero Ausente.
   Mientras, el nieto de Alfredo Triolet, descendiente del fundador de la Botica Francesa del siglo XIX que es ahora Museo Farmacéutico en la urbe de ríos y puentes, insiste en sentarse cerca del Monumento a José Martí; y el abogado Osvaldo Gómez y su esposa Clara Niebla García, apaciguan la nostalgia de estar tan próximos a su otrora hogar en la calle de Santa Teresa.
   Cada octubre, en ocasión de la jornada cultural que festeja la fundación de San Carlos y San Severino de Matanzas, profesionales naturales del territorio o contribuyentes a su desarrollo, que ahora viven lejos, retornan junto a sus familiares para mantener los lazos con la patria chica.
   Y me alegra que les cuenten sobre los proyectos de reanimación de la urbe, y me entristece que avancen tan lentamente, y entonces Ercilio Vento con su voluntad de Historiador me reanima al evocar el origen rebelde del nombre de Matanzas.
   Y también me inspira Eva Montes, longeva cubana de casi 90 años de edad que a pesar del cansancio de su cuerpo vuelve, acompañada por sus hijos, para no perder la tradición familiar, y honrar la memoria de su amado esposo, el ingeniero José Antonio (Ñico) Rojas; y su fuerza me contagia, y me hace sonreír, y sentirme más hija de la ciudad donde nací, y querer más para ella, porque soy cubana de Matanzas, y eso nunca, nunca lo niego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario