![]() |
Ofrenda al Apóstol José Martí durante el Recibimiento al
Matancero Ausente
|
Yo soy cubano / yo no lo niego/ cubano de
Matanzas/ yo no lo niego…, y al escuchar el canto, expuesta a que me dijeran entrometida,
acerqué mi grabadora para perpetuar la emoción de Silvia Godín, investigadora
sociocultural y escritora; Juan García Fernández, estudioso del folklor; y Felipe
Morales, funcionario del Ministerio de Cultura, felices por coincidir en el
Parque de la Libertad, durante el tradicional Recibimiento al Matancero
Ausente.
Mientras, el nieto de Alfredo Triolet,
descendiente del fundador de la Botica Francesa del siglo XIX que es ahora Museo
Farmacéutico en la urbe de ríos y puentes, insiste en sentarse cerca del
Monumento a José Martí; y el abogado Osvaldo Gómez y su esposa Clara Niebla
García, apaciguan la nostalgia de estar tan próximos a su otrora hogar en la
calle de Santa Teresa.
Cada octubre, en ocasión de la jornada
cultural que festeja la fundación de San Carlos y San Severino de Matanzas, profesionales
naturales del territorio o contribuyentes a su desarrollo, que ahora viven
lejos, retornan junto a sus familiares para mantener los lazos con la patria
chica.
Y me alegra que les cuenten sobre los
proyectos de reanimación de la urbe, y me entristece que avancen tan
lentamente, y entonces Ercilio Vento con su voluntad de Historiador me reanima
al evocar el origen rebelde del nombre de Matanzas.
Y también me inspira Eva Montes, longeva
cubana de casi 90 años de edad que a pesar del cansancio de su cuerpo vuelve,
acompañada por sus hijos, para no perder la tradición familiar, y honrar la
memoria de su amado esposo, el ingeniero José Antonio (Ñico) Rojas; y su fuerza
me contagia, y me hace sonreír, y sentirme más hija de la ciudad donde nací, y
querer más para ella, porque soy cubana de Matanzas, y eso nunca, nunca lo
niego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario