Joven de
sombrero alón
aunque
no te conocí
siento
que vives en mi,
y en nuestra
Revolución.
Cuando
el pueblo es corazón
la
muerte queda detrás,
pobre ausencia,
que jamás
podrá alejarnos
tu mano,
porque
cuando ríe un cubano,
aunque
no estás, siempre estás.
Camilo, el Señor de la Vanguardia, el líder del pueblo, siempre con una radiente y pícara sonrisa que conquistó incluso a las generaciones que no lo conocimos.
ResponderEliminar