Con la ausencia de la lámina que hace
tres años faltaba, se mantiene el vitral interior de la casa 29 mil 28 del
Callejón de San Severino, cerca del río San Juan, en la ciudad de Matanzas. Su propietaria,
Ileana Lacalle, una mujer jubilada ávida de lecturas y programas radiales, ya
imaginó mil veces el 17 de febrero de 1860, cuando en la vivienda colonial que
hoy le pertenece, fundaron el Liceo Artístico y Literario de Matanzas.
Disímiles son los periódicos y boletines que
refrendaron desde entonces la labor cultural de esa institución yumurina, en cuya apertura don Rafael del Villar, como tributo al desarrollo económico y
cultural de la ciudad, propuso por vez primera reconocerla bajo el seudónimo Atenas
de Cuba.
Un artesanal tabloncillo y un espejo, fueron
los principales cambios que distinguí al interior de la residencia a la que entré
por vez primera en el año 2012, y me explica Ileana que ese recinto llama a la
cultura, por eso el salón donde antaño bailaban con vestidos de aro y sombreros
de copa, lo presta hoy a las niñas integrantes del proyecto infantil Aires de
España para que practiquen.
Esta es una casa muy grande, muy difícil de
mantener, creo que su historia puede ser mucho más provechosa para la ciudad,
afirma convencida la señora que disimula muy bien sus canas. Tristemente, a 155
años de la fundación del Liceo Artístico y Literario de Matanzas, creo que no
se equivoca, hay demasiados valores arquitectónicos y culturales en esa casa,
para que permanezca desapercibida al interior de un callejón, con una aldaba de
impresionante diseño en la puerta, junto a un mustio cartel de “Se vende”.
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